15 de dic 2023
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Saber manejar los conflictos frente a sus hijos siendo un padre separado o divorciado es una cuestión, no solo de armonía, sino también de salud. Está comprobado por especialistas que hay una conexión entre la discordia parental y la alteración de la salud mental infantil. Después de una separación, es esperable que existan ciertos roces con quien solía ser su pareja que pueden conducirse o detonar en un conflicto mayor. Sin embargo, por el bien de todas las partes, lo mejor es saber cómo sobre llevar esos enfrentamientos y ser conscientes que, de escalar, pueden tener repercusiones a largo plazo para los hijos.
A continuación abordaremos algunas estrategias de cómo manejar los conflictos frente a sus hijos, qué errores evitar y cuáles son los consejos a seguir.
Una separación marca un antes y un después en la vida de pareja, pero es un parteaguas igual de abrupto para cualquier hijo. Representa el inicio de una etapa que puede ser difícil de sobrellevar al inicio e, incluso, en los meses y años posteriores. Como padre, hacer lo posible por promover un ambiente de armonía y de sanación ante la ruptura debe ser prioridad. Una clave de ello es saber cómo manejar los conflictos frente a sus hijos, ya sea con la ex pareja y progenitor, y con cualquier otro elemento involucrado en la vida de los niños.
Poder vivir en un hogar con paz y armonía, a pesar de las circunstancias, debe ser el objetivo de todo padre para sus hijos. Es bien sabido que un divorcio se vuelve una situación tan compleja que muchas veces es difícil lograr el equilibrio. Aquí están algunos puntos de por qué es importante saber cómo manejar los conflictos frente a sus hijos.
El divorcio produce una alteración del bienestar del niño si este involucra conflicto: de acuerdo a una investigación del BMC Public Health, una separación contenciosa representa un estresor capaz de generar mala adaptación en el hijo y conducir a un deterioro de la salud física y mental infantil.
Un conflicto mal llevado puede tener consecuencias en cómo se desenvuelve el hijo en el ambiente exterior. Puede emular o copiar comportamientos agresivos y replicarlos en el aula o en sus primeros círculos sociales. También puede afectar su rendimiento escolar al distraerlo o sumergirlo en actitudes depresivas.
Ver todo el tiempo pelear a los padres o no percibir en ellos cercanía y apego puede perturbar el desarrollo de las relaciones padres-hijos. Conflictos constantes entre los padres también pueden orillar a los niños a alejarse y aislarse de la familia conforme van creciendo.
Estos son algunos errores que, como padre, debes evitar si quieres saber cómo manejar los conflictos frente a sus hijos.
Es un error de lo más común. Piense en sus experiencias de pareja previas a la unión o matrimonio cuando procreó a su hijo: durante los conflictos, era común comunicar a seres queridos o amigos la parte negativa de la pareja con quien estaba en constante choque. Hay que tratar de contener este tipo de comentarios frente a los hijos, aun y cuando la ex pareja haya tenido comportamientos muy negativos con usted.
Lo ideal es que, cuando menos, mostrar una cara neutral del otro progenitor si no hay una relación cordial entre ambos.
Una separación puede conducir a una “guerra” en la que los hijos se quedan atrapados en medio. Ya sea porque son testigos del intercambio de roces, o porque son usados como intermediarios involuntarios para lidiar con las diferencias de los progenitores. Sin importar la edad, un hijo no tiene la madurez emocional y tampoco tiene que cargar con el peso de la discordia entre los dos.
Por más complicada que sea la separación y que usted esté pasando por un momento sumamente difícil, es recomendable mantener al hijo al margen de este ambiente. Como adultos, uno puede contar con muchas herramientas de ayuda para poder lidiar con las complicaciones del divorcio o de los conflictos que de éste se generen.
La infancia debe y puede ser una de las etapas más bonitas de todo ser humano. Es cuando se dan los primeros pasos en el mundo, se comienza a formar la personalidad y se inserta en las primeras sociedades –la familia nuclear y extendida, y los círculos escolares. Son los años en los que únicamente se deben ocupar de lo anterior, de tener momentos recreativos y por tratar de tener un buen desempeño en los estudios. Evite que su hijo carezca de alguno de estos elementos por estar en medio de una disputa.
El divorcio puede ser muy difícil pero, como ya hemos mencionado en otra publicación, no significa que esto impida que los niños tengan bienestar. Puede empezar por seguir algunos de estos consejos para manejar los conflictos frente a sus hijos:
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